sábado, 5 de marzo de 2011

KOF NewGeneration (Parte 2)

Irónica vida normal. Parte 2

Mientras, en otro lugar, específicamente en el aeropuerto de Tokio, una pareja joven bajaba del avión arribado desde Europa, traían consigo a una niña, de tal vez unos diez años, ellos tuvieron que salir por un lugar resguardado, ya que una algarabía los esperaba justo en el hall principal del aeropuerto. – ¿No estás feliz de que por fin estemos en Japón? – Preguntó la mujer, hermosa, con un cuerpo bien delineado, que hasta el más crítico podría decirle que poco más y era físicamente perfecta, su cabello largo hacía recordar una cascada de agua clara, de una tonalidad similar, bien vestida y de rostro sonriente, iba del brazo de un hombre de cabello rojo y despeinado, que llevaba puesta una camisa negra con botones en forma de cruz y el resto de su atuendo era todo del mismo color.

– Me siento mejor sabiendo que vienen conmigo, que por fin podemos darnos un respiro del trabajo. – Habló él, mientras con la otra mano sostenía fuerte la de su pequeña hija, también muy linda, como la madre, con ese hermoso tono verde en el cabello y los ojos de un bermellón intenso. – Después de acá espero que si, papá, porque vi mucha gente que estaba esperando ver a Aès Sidhe. – Se rió la pequeña, estaba acostumbrada, sus padres eran famosos, su madre, Michiru, era una conocida modelo de pasarela y diseñadora de su propia línea de ropa, además de que dirigía una prestigiada escuela de modelaje, su padre, Kamuro era una aclamada estrella de Rock-Punk, pertenecía a una banda mundialmente famosa llamada Aès Sidhe.

También hay gente que espera ver a tu madre, Risa. Hace poco salió su nueva línea de ropa masculina. – Dijo el pelirrojo a su pequeña. – Lo sé, papá… Me da pena que no puedan ir a saludar a todos sus fans, pero me daría más pena perderlos entre medio de toda esa gente. ¡Oigan! Ahí viene nuestro transporte a la estación de Osaka. ¿Vamos a ir a ver a los abuelos, verdad? – Cuando Risa dijo es última frase, Michiru y Kamuro se quedaron viendo unos segundos, y luego soltaron una carcajada.

- ¿Qué es lo gracioso? – Preguntó Risa, muy curiosa. – No, es que… pensar en Iori- san y Kaori-san como tus abuelos, se nos hace gracioso, querida. – Decía Michiru intercalando risas con palabras. – Cuando supieron que tu madre estaba embarazada, casi se van de espaldas, y decían que aprendieras a hablar, preferirían que tú les llamases por su nombre de pila, en vez de decirles directamente "abuelos". – Le contó Kamuro a su hija.

Si, es muy gracioso, pero… se me haría raro llamarlos por su nombre de pila. ¿Se enojarán si no lo hago? – Se preguntaba con un dejo de curiosidad. – No lo creo, mi amor, no te preocupes. – Michiru acarició la cabeza de su hija. – Vamos, subamos al auto. – Indicó ella y se marcharon a la estación del tren para llegar a Osaka.

En la mansión Yagami, Kaori corría como loca preparando la cena para darle la bienvenida a Kamuro, Michiru y Risa, llevaba un delantal de cocina y se veía graciosa, su pequeño hijo de doce años, Kiseki, la seguía para todos lados y la miraba fijamente, él quería decirle algo pero ella no le tomaba ninguna atención en ese momento. De repente se oye un portazo estruendoso que venía desde la puerta de atrás, era Hieri, que venía con los nervios de punta, una de las doncellas de la casa lo intercepta antes que se vaya a su habitación – Hieri-san, bienvenido a casa. – La muchacha tan atenta no recibe ni una mirada del joven y se va directamente al piso de arriba, donde estaba su cuarto. - ¡Hieri! – La voz fastidiada de Kaori, lo atrapa antes de que el chico se encierre. - ¿Otra vez te peleaste con Akira Kusanagi, verdad? Ya te he dicho mil veces que no te acerques a él, sabes perfectamente que su madre hará una alharaca inmensa como la última vez. Quiero evitar ese tipo de cosas. – Hieri miró a su madre con cierto pasmo. - ¿Cómo lo supiste? Ah, no importa, voy a darme un baño. –

¿Cómo lo supe? Uff… es obvio. – Se rió Kaori pues nadie en la familia le había dado intensos motivos como para pelearse con Akira como lo habrían hecho Iori y Kyo en su juventud. Entonces ella siguió en lo suyo, atrás aún se mantenía silenciosamente Kiseki, hasta que vio venir a su padre, Iori. – ¡Papá! – El niño se abrazó a él. – Hola enano, lleva esto al estudio por favor. – Kiseki tomó el bajo que traía Iori y se lo llevó a una sala de música que tenían. – Kaori ¿Qué estás haciendo? Eso deberías pedírselo a la servidumbre. – Le reprochó el pelirrojo que venía de uno de sus hobbies favoritos, en esos tiempos: Tocar en un bar de mala muerte con cualquier banda. - ¡No! No puedo estar sin hacer nada, a esas pobres muchachas ya les ha costado trabajo despertar a Sorata, el sólo hecho de entrar en esa habitación ya es una misión imposible, encima tener que soportar el carácter de Hieri. –

Kaori puso mala cara, le estresaba ser atendida de esa forma, cosa que no pudiera siquiera vestirse sola. – Como quieras… - Le respondió torpemente Iori quien siempre insistía en que la gente que trabajaba en la casa debía atender a su familia, pero ya debía conocer a Kaori que desde un principio ella misma atendía el 60% de las cosas en la mansión. - ¿Qué te parece si después nos encerramos en la habitación… y tomamos un baño con una botella de whisky… para luego… - Mientras trataba de compensar, Iori no alcanzó a terminar de hablar, cuando vio a Kiseki nuevamente parado tras Kaori, su rostro se tornó casi del color de su cabello. – Voy a ver qué está haciendo Sorata. – La mujer no pudo evitar reírse y ver que su esposo se marchaba casi a la carrera. – Ay, Kiseki… has como que no ha pasado nada. – El niño afirmó con la cabeza. - ¿Puedo ir a ver también qué está haciendo el tío Sorata? –

- Claro mi vida, pero no le hagas caso a todo lo que dice. Ya sabes cómo es de idiota. – Al decir eso último su tono de voz cambió a uno un poco más amargo y sin quererlo con la diestra partió en dos la cuchara de madera que tenía, Sorata no era el mejor ejemplo masculino para un niño de doce años. – Si mamá. – Al marcharse el pequeño, Kaori continuó con sus preparativos.

Continuará...

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